Hermanos novicios legionarios de Cristo, el laico consagrado del Regnum Christi Vicente Martínez Parente, y las consagradas Pach y Paz que vinieron desde Madrid, visitaron las clases de los alumnos de Highlands School Barcelona y del colegio Santa Isabel, resolvieron dudas y compartieron su experiencia vocacional. No obstante, la semana comenzó con un encuentro y una comida con párrocos, encuentros con madres de familia y una presentación de los Círculos de Acción Vocacional. Con todo, el momento más significativo fue la celebración del 5º aniversario de la Capilla de Adoración al Santísimo en el Real Monasterio de Santa Isabel, en la que también se pudieron escuchar sus testimonios.
43.887 horas de adoración en cinco años
El 9 de marzo de 2017 se fundó la Capilla de Adoración Perpetua al Santísimo en el Real monasterio de Santa Isabel. Con motivo de su 5º aniversario se celebró una misa muy sentida y hubo un tiempo de adoración en el Claustro del Monasterio.
La celebración dio inicio con unas palabras del coordinador de la capilla, Alberto Rosa, con las que agradeció a todos su esfuerzo por mantener viva la Adoración al Santísimo, incluso en momentos complejos como los meses de confinamiento de la pandemia, durante los cuales la capilla no se cerró, sino que se trasladó el Santísimo a la iglesia del monasterio. Y sobre estos años, destacan dos datos vibrantes: las 43.887 horas y que en cada turno hay una media de 2,1 adoradores.
Una capilla que ha cambiado la vida de las personas
El P. Joaquín Petit, L.C., recordó en su homilía que desde el año 1989, cuando recibió su carta de destino a Barcelona, ya se habló de que en un futuro se deseaba que hubiera un centro de adoración en el monasterio, como así se ha cumplido.
También recordó que en esta capilla ha transformado la vida de las personas: “En ella han surgido vocaciones, matrimonios… en ella hemos llorado y suplicado al Señor, e incluso nos hemos dormido, como adoradores nocturnos… pero no pasa nada por dormirnos a los pies de Jesús. También Santa Teresita se dormía después de recibir la Comunión…”.
Durante la celebración estuvieron muy presentes y se recordó con gran cariño a todos los que impulsaron desde un inicio la capilla, a pesar de los inconvenientes que fueron surgiendo, y muy especialmente se recordó a Willy Bañares quien falleció pocos días después de la inauguración.
Finalizada la misa, los asistentes rezaron juntos la oración por las vocaciones, y hubo una procesión hasta el Claustro del Monasterio de Santa Isabel en donde tuvo lugar una adoración al Santísimo.